Laa distintas formas de afrontar la realidad, hacen posible que estemos en constante innovación.
Cómo pensar como un innovador: de Kerouac a Jobs pasando por los 'hippies'
Os traemos aquí un interesante artículo de Jesús Alcoba Gonazález
(Inspirador interseccional y director de la Escuela de Negocios La Salle) publicado en http://www.huffingtonpost.es
Quizá te suene la historia. Un buen día, a finales de los años 50, un
escritor redactó sobre un larguísimo pergamino una novela de un tirón,
sin apenas descanso. Una obra que se convertiría en el epicentro de la
que probablemente fue una de las innovaciones culturales más impactantes
de todo el siglo veinte. Aquel frenético escritor se llamaba
Jack Kerouac y su novela,
On the road.
Pese
a su tremendo impacto, si la lees, o ya la has leído, estarás de
acuerdo en que no cuenta mucho más ni mucho menos que las andanzas de un
grupo de jóvenes embelesados por lo que el propio Kerouac llamaba la
vida en la carretera: viajar constantemente y no detenerse nunca
demasiado tiempo en el mismo sitio. En auto-stop, en coches alquilados,
en tren, como fuera.
Sin embargo, fueron pioneros de tantas
cosas que siempre me ha resultado llamativo que hayan podido pasar tan
desapercibidos. Aquellos jóvenes
beats
estaban aburridos de la vida convencional y asqueados por el horror de
la guerra. No les importaba no tener posesiones y ver el anochecer al
aire libre con una cerveza en la mano les transmitía más sensaciones que
cualquier otra experiencia en la ciudad.
Se relacionaban con
cualquier persona sin importarles su raza o sexo y, desencantados de lo
que las religiones oficiales ofrecían en los templos de la postguerra,
buscaron valores en la espiritualidad oriental. Era una comunidad
itinerante a la que unía como lazo invisible el deseo de vivir en paz.
"Pensar como un auténtico innovador es subvertir el orden establecido, crear nuevos cánones, definir nuevos paisajes."
Años
más tarde se reivindicaría la vida en la naturaleza, la conciencia de
lo ecológico y la necesidad de experiencias auténticas para escapar de
la alienación que inducen las grandes urbes. También comenzaría la lucha
por la igualdad racial y de género. Y aparecería la búsqueda de formas
alternativas de espiritualidad, la contracultura y el fenómeno
hippie,
provocando en conjunto una onda expansiva que afectaría a casi todos
los movimientos culturales significativos hasta casi el siglo siguiente.
Todo lo que suena a pensamiento alternativo,
indie,
hipster o
fringe pertenecen a una genealogía semántica iniciada por los
beats. Mucho antes de que muchas cosas importantes ocurrieran estaba Jack Kerouac, en la carretera.
Que el autor de
On the road se anticipara a los
hippies y que Steve Jobs fuera un poco
hippie,
y que ambos fueran innovadores disruptivos puede verse como casual o
como causal. Sea como sea, lo cierto es que el arco que se extendió
entre ellos unió a través del tiempo a mentes inquietas sin miedo a
cuestionarse lo establecido, a personas seguras de sí mismas que
confiaron en su instinto, y a verdaderos revolucionarios capaces de
poner el mundo patas arriba.
La verdadera innovación no consiste en crear una
app, de la misma manera que tampoco es novedad un grupo que hace
covers de los Beatles, quienes a su vez bebieron de la generación
beat.
Porque pensar como un auténtico innovador es subvertir el orden
establecido, crear nuevos cánones, definir nuevos paisajes y crear
ecosistemas diferentes con generosidad para que muchas, muchas personas y
organizaciones beban en nuevas fuentes, planten nuevas semillas y a su
vez hagan crecer nuevas ideas y propuestas. La verdadera mente
innovadora es disruptiva, ve lo que los demás no vemos, renuncia a
acomodarse en los cimientos de la sociedad establecida y es capaz de
imaginar futuros que, aún siendo posibles, son verdaderamente nuevos.