¿Qué implica poner en marcha una formación CBL o FlipClass basados en Tablet?

Muchos profesionales de la educación nos consultan sobre las implicaciones de poner en marcha un proyecto educativo que además del cambio de modelo formativo, que no trataré en esta entrada, conlleva la adopción de unas tecnologías e infraestructuras necesarias para dar soporte a la nueva educación.

Partiendo de que lo primero y fundamental es tener claro que se quiere desarrollar un proyecto formativo basado en retos, colaboración y diversidad del alumnado, nos encontramos con que este tipo de desarrollo requiere ciertas infraestructuras tecnológicas, cambios de puntos de vista, implicación y responsabilidad. A cambio, los magníficos resultados comprobados de los alumnos que alcanzan sus mejores cotas de asimilación de formación según sea cada uno y desarrollando esas capacidades diversas en el éxito del trabajo en grupo.

¿Qué supone acometer este tipo de proyectos?

• Supone que se impliquen responsables, profesores, alumnos e incluso familia
• Supone que los maestros y profesores han de asimilar profundamente el uso de nuevos conceptos y tecnología
• Supone el reto de la generación de contenidos por los profesores, alumnos y editoriales
• Supone implicación e iniciativa para cambiar la manera de enseñar a aprender
• Supone implicación y responsabilidad de los alumnos
• Supone un cambio en la forma de apreciar y evaluar a los alumnos
• Supone además...

• Que la tecnología de dispositivos móviles se impone para llegar a los alumnos. Para ellos es un complemento personal ya inseparable y hay que aprovechar esa fuerza y predisposición.
• Que dichos dispositivos móviles requieren una infraestructura de comunicaciones dentro y hacia fuera del centro de la calidad, seguridad y rendimiento muy exigentes que se producirán.
• Que dichos dispositivos están pensados para generar centenares de Terabytes de contenidos y por tanto requiere disponer de un almacenamiento consolidado de acceso universal.
• Que los dispositivos móviles no se escojan por precio si no por calidad, cualidad, seguridad, rendimiento y experiencia de usuario.
• Que los dispositivos han de estar protegidos física, lógica y legalmente. Han de contar con funda especializada, lámina de protección, garantía extendida, gestión de dispositivo MDM y seguro de daños y/o robo
• Que hay que reutilizar en todo lo posible los recursos actuales del centro
• Que los dispositivos han de contar con un ecosistema de gestión de alumnos y cursos
• Que es un proceso continuado de formación, mejora, gestión y administración de recursos

Todo esto son inversiones de fácil retorno pero no debemos obviar los desembolsos que hay que acometer. Primero para dotar a los profesores de los dispositivos e infraestructura mínima junto con una formación profunda. Segundo las inversiones en los dispositivos de los alumnos. Un dispositivo por alumno. Cualquier otra proporción es infructuosa. El dispositivo ha de ser de uso personal.

Y antes del despliegue final y convertir en cotidiano este tipo de proyectos, se han de verificar todos los aspectos comentados y trazar una plan de despliegue por tramos formativos.

No es un camino fácil pero el destino merece la pena.